La moneda estable no ha alcanzado los estándares de verdadera moneda, según el informe del Banco de Pagos Internacionales

El Banco de Pagos Internacionales (BIS) publicó recientemente su informe anual, en el cual examinó las innovaciones financieras de nueva generación. El informe señala que los activos digitales vinculados a monedas fiduciarias no han logrado cumplir con los tres criterios clave necesarios para convertirse en pilares del sistema monetario: unicidad, resiliencia e integridad.

El BIS indica que el papel de innovaciones como las monedas estables en el futuro sistema monetario aún no está claro. A pesar de que tienen ventajas en ciertos aspectos, como la programabilidad, un cierto grado de anonimato y un fácil acceso para los usuarios, no cumplen bien con las tres características ideales de un arreglo monetario sólido, por lo que es difícil que se conviertan en una parte central del futuro sistema monetario.

El informe reconoce que las monedas estables tienen ventajas en ciertas circunstancias, especialmente en el ámbito de los pagos transfronterizos, donde pueden ofrecer costos más bajos y mayor velocidad. Sin embargo, en comparación con las monedas emitidas por los bancos centrales y los instrumentos emitidos por el sector privado, como los bancos comerciales, las monedas estables pueden debilitar la soberanía monetaria del gobierno e incluso fomentar actividades ilegales, lo que representa un riesgo para el sistema financiero global.

En concreto, las monedas estables presentan defectos estructurales en las pruebas de elasticidad. Tomando como ejemplo el USDT, su emisión requiere un pago completo por adelantado, esta "restricción de pago en efectivo anticipado" limita su flexibilidad. Además, las monedas estables son generalmente emitidas por entidades centralizadas, y diferentes emisores pueden establecer diferentes estándares, lo que no puede cumplir con el requisito de "unicidad" de la moneda. Esta situación es similar a los billetes de bancos privados de la era de los bancos libres en Estados Unidos en el siglo XIX, donde diferentes monedas estables pueden comerciarse a diferentes tipos de cambio, lo que destruye la unicidad de la moneda.

En la promoción de la integridad del sistema monetario, las monedas estables también presentan problemas significativos. Debido a la falta de estándares unificados de identificación de clientes (KYC) y de prevención de lavado de dinero (AML), las monedas estables tienen dificultades para prevenir eficazmente el crimen financiero.

A pesar de tener una actitud cautelosa hacia las monedas estables, el BIS sigue siendo optimista sobre el potencial de la tecnología de tokenización. El informe sostiene que las plataformas de tokenización centradas en reservas de bancos centrales, monedas de bancos comerciales y bonos gubernamentales, tienen el potencial de sentar las bases para la próxima generación de sistemas monetarios y financieros, convirtiéndose en una innovación revolucionaria en campos que van desde los pagos transfronterizos hasta los mercados de valores.

En general, el informe del BIS plantea serias dudas sobre el estado de las monedas estables, al mismo tiempo que indica posibles direcciones de desarrollo para la innovación financiera futura. A medida que la finanza digital continúa evolucionando, encontrar un equilibrio entre la innovación y la estabilidad será un desafío que enfrentarán conjuntamente los reguladores y los participantes del mercado.